Vuelo ðe Âguila

Es el tercer planeta desde el Sol.

Una diminuta esfera azul girando por un momento en el tiempo.

Un lugar extraordinario, capaz de producir los elementos necesarios que sustentan el fenómeno que llamamos vida.

Donde cada criatura es tan única como este mundo, que llamamos casa.

Donde el día comienza casi de la misma manera para todos.

Quizás un día, cuando recibas el calor de un rayo de Sol o la bondad de un desconocido, descubras como una sola vida alcanza a tantas otras, y empieces a ver como las cosas se conectan entre si, tal como las aves se enlazan a una misma familia, y comiences a comprender que la humanidad no entrelaza la tela de la vida, que solamente somos uno de sus hilos y que todo lo que hagamos a esa tela nos lo hacemos a nosotros mismos en el tercer planeta desde el Sol.

Que pasa con los largos noviazgos con no reclaman formalidades?

Por que hay miedos de titular la fidelidad?

Que sucede con los hombres, que no saben si la mujer que estuvo a su lado por años es junto a la que desean pasar el resto de sus vidas?

Que sucede con las mujeres, que pretendemos ser buscadas cuando marcamos territorios incompatibles, lejos de darle transcendencia a la relación?

Inicié este debate con ganas de obtener respuestas.

Alguien se dedicó a estudiar la psicología de ambos géneros respecto al compromiso de la relación, y lo más interesante es que vi mis preguntas respondidas por la inexorable sofisticación de nuestra sociedad…

A leer y encontrar ese endemoniado “por qué”.

"

El verdadero amor no se traduce en 'sentir bonito' cuando se está frente a la pareja y que tampoco significa: 'estar de acuerdo en todo lo que se hace', porque cuando realmente se ama a alguien se adquiere el COMPROMISO MORAL de ayudarlo respetuosamente a ser mejor, a que crezca como ser humano en todos los aspectos.

Cuando los jóvenes sueñan con encontrar al príncipe azul o a la súper-mujer para ser felices siempre, tendrán que plantearse con toda seriedad si no están esquizofrénicos, porque un mundo así solo se da en las letras o en las telenovelas, donde navegamos a merced de la imaginación del autor, pero no en el mundo, donde el Creador ha dispuesto para los hombres la felicidad y el sufrimiento, los logros y los fracasos, la aceptación y el rechazo, y la lucha constante y permanente, desde que nacemos hasta que dejamos de respirar.

Hace poco llego a mis manos una información de Cimac, en la que Martha Celia Herrera, psicoterapeuta del Centro de Interdisciplina Conductuales, asegura que las mujeres aun hoy conservan la expectativa de encontrar a un hombre maduro, productivo, estable, inteligente, paternal, que cambie pañales, que las acompañe al pediatra, que sepa preparar papillas que sea una excelente pareja, tierno, que externe sus emociones, que no pida relaciones íntimas cuando ella está enojada, que sea empático.

Ellos, entre tanto, buscan a la mujer de sus sueños: productiva, inteligente, excelente anfitriona, que desee uno o dos hijos cuando él lo decida, que no pida dinero, que sea autosuficiente, independiente y autónoma, que colabore en la economía familiar y que cuide a los niños, que lave, planche, cocine y tenga bien arreglada la casa, además de que se de tiempo para cuidar su apariencia, que siempre esta súper delgada, que sea vea sexy, etc., etc.

La doctora Herrera dice, que con la revolución sexual y el feminismo se rompió el equilibrio tradicional entre el papel que correspondía a los hombres y el que estaba destinado a las mujeres. Los varones se asustan frente a las mujeres que compiten con ellos en su espacio laboral y que a menudo están más calificadas que ellos, y esa amenaza a veces se extiende al campo sentimental. Influye también que se dividieron los roles, pero nunca quedaron delineados. Ahora la mujer tiene más actividades que antes, porque debe estudiar, trabajar y atender a su familia, hecho que resulta desconcertante para todos.

Las expectativas femeninas y las masculinas son irreales y poco objetivas. Muchos ni siquiera son capaces de expresar lo que esperan del otro. Yo no soy psicoterapeuta, pero sé que en la vida nada es mágico ni gratuito.

Los hombres y las mujeres hemos sido siempre los mismos, aunque las circunstancias han cambiado y, en este renglón, no tan positivamente como sería deseable. Hoy queremos que todo sea fácil y desechable, pero eso no posible en las personas. Nadie está ya hecho; la vida entera no nos alcanza a veces para irnos moldeando según nuestras metas y proyectos.

De la misma manera dos seres inacabados, tendrán que estar conscientes de que van a esculpirse juntos durante toda la vida. Anhelar un príncipe azul o una súper mujer junto a nosotros NO es un PECADO, pero si puede llegar a convertirse en un obstáculo para ser felices al lado de un ser humano de carne y hueso, con potencialidades y miserias que, como nosotros, necesita comprensión y verdadero amor para perfeccionarse poco a poco. Si hoy tantas relaciones se rompen después de un tiempo de tratarse en su noviazgo, es precisamente porque no estamos dispuestos a trabajar para forjar una relación sana, sincera, basada en el verdadero amor, que no es solo romanticismo, sino prueba constante de fidelidad, comunicación, respeto y de humanidad.

Curiosamente, la doctora Herrera concluye que, mientras estudian licenciaturas, maestrías y doctorados, hombres y mujeres no se dan tiempo para 'habilitarse en pareja', para hablar de sí mismos. Todo eso se queda guardado y, cuando cumplen 30 años o más deciden tener un compañero, suponen que, como por arte de magia, contaran con habilidades que no desarrollaron, porque nunca se dieron tiempo para hacerlo.

Para relacionarse con otra persona hay que estar dispuesto a negociar, a manejar enojos, a discutir -no pelear- porque aunque existan puntos de vista diferentes, es posible conseguir objetivos que satisfagan a los dos, dice la doctora. Pero eso cuesta.

Quizás el problema radica en que nadie desea comprometerse a entablar la lucha por lograrlo. Demasiado egoísmo. Diría yo. Cada día son más las mujeres y hombres, profesionistas, independientes, inteligentes y de éxito, que ven pasar los años sin encontrar pareja. Personas, de todas las clases sociales se encuentran frente al mismo problema.

Son Solteros y Solteras, se han quedado atrapados(as) en un espacio dentro de la sociedad actual, muy limitado en cuanto a diversiones y actividades, y se les dificulta mucho encontrar personas en su misma situación, ya no se diga para casarse, sino simplemente para acompañarse y entablar una buena amistad.

Ya no existe la palabra 'solterón(a)' y su imagen ha cambiado 180 grados, ya no es el hombre o la mujer gris, amargada, vestido como fraile o monja (según sea el caso); ahora son seres impecables, atractivos(as) , de muy buen carácter. Que van supliendo la juventud con personalidad, desarrollo humano e intelectual.

Pero la soledad no es exclusiva de aquellas personas que son solteras, hay mujeres que aun estando rodeadas de mucha gente llegan a sentirse muy solas, y a sufrir de carencias afectivas.

También entre mujeres y hombres casadas(os), que comparten su vida con su pareja, es frecuente encontrar 'solos(as) acompañados(as) '.

Para poder amar verdaderamente hay que renunciar a creer que ese sentimiento es el fin de la soledad, y estar dispuestos a aceptar dos soledades, la del otro y la propia. Y es que amor es confesar: Si, yo te amo como tú eres... aunque no correspondas a mis sueños y a mis esperanzas. Tu realidad me da mucho mas regocijo que mis sueños...'

"

A MIS AMIGOS (AS):

A mis amigos que son... SOLTEROS: El amor es como una mariposa. Mientras más lo perseguis más te evade. Pero si lo dejas volar, regresará a vos cuando menos lo esperes. El amor puede hacerte feliz, pero muchas veces duele. El amor solo es especial cuando se lo entregas a alguien que realmente se lo merece. Así que tomate tu tiempo y elegí lo mejor.

A mis amigos que son... NO TAN SOLTEROS: El amor no es convertirse en la 'persona perfecta' para alguien. Es encontrar a alguien que te ayude a ser la mejor persona que puedas ser.

A mis amigos QUE...... Sólo QUIEREN VIVIR UN MOMENTO O USAR A LAS PERSONAS, PARA SENTIRSE MEJOR: Nunca digas 'Te Quiero', si no te importa. Nunca hables de sentimientos si en verdad no los tenes. Nunca toques una vida si pretendes romper un corazón. Nunca mires a los ojos cuando todo lo que haces es mentir. Lo más cruel que un hombre le puede hacer a una mujer es dejarla que se enamore cuando él no tiene la intención de corresponderle. Y esto es para ambas partes....

A mis amigos que son....CASADOS: El amor no es 'tu culpa', el amor da libertad de acción y de pensar, la monotonía se desintegra con imaginación, comunicación y mucho respeto, el amor no es: gracias por aguantarme, el amor no es mantener la relación por los hijos, el amor es de pareja no de familia ni de hijos, el amor es respeto mutuo, confianza, fidelidad, la verdadera medida de la compatibilidad no son los años que han pasado juntos, pero sí que tan buenos son el uno para el otro.

A mis amigos que... TIENEN EL Corazón DESTROZADO: Los corazones rotos duran tanto y como uno desea y cortan tan profundamente como los dejas continuar. El desafío no es como sobrevivir a un corazón roto, sino aprender de ellos.

A mis amigos que... TIENEN MIEDO DE CONFESAR: El amor duele cuando terminas con alguien. Duele mucho más cuando alguien rompe con vos. Pero el amor duele más cuando la persona que amas NO TIENE IDEA DE COMO TE SENTIS.

A mis amigos que... Todavía Están AGUANTANDO: Una cosa triste de la vida es cuando conoces a alguien y te enamoras, solo para encontrar al final que nunca funcionó y que has perdido años de tu vida con alguien que no valía la pena. Si él o ella no vale la pena ahora, él o ella no valdrá la pena en un año o en 10 años. Déjalo ir.

A TODOS MIS AMIGOS: Mi deseo para ustedes es que encuentren un hombre o mujer cuyo amor sea honesto, fuerte, maduro, que nunca cambie, enriquecedor, protector, animado, recompensante y nada egoísta... y si ya lo encontraron, aprecienlo y no lo dejen ir!

Recomiendo acompañar este relato con “Dream About Me”, de Moby.

Lo encontrarás en mi lista de música… Sólo mové el cursor hacia abajo, buscalo y ponele “Play”…

Esta es la historia de una joven, cuya imaginación solía vagar nocturnamente junto a la magia del amor…

Una mañana ella conoció a un hombre, un hombre decente pero misterioso, que le causaba cierta atracción.

Y esa misma noche ella se atrevió a imaginar una vida junto a él…

Conjeturó virtudes, defectos… Peleas y reconciliaciones… Le creó la personalidad perfecta, ideal para ella… hasta caer dormida.

No sabía que se estaba enterrando en el fuego platónico de la pasión… conocido como el más peligroso de todos, el más difícil de salir…

Soñó con miradas, vistió su relación de besos y caricias voluptuosas, hasta se atrevió a imaginar íntimos diálogos, con la más pura inocencia y encanto virginal… Como nadie se hubiera atrevido a verla jamás, ella seguía imaginando…

Lo cruzó a la mañana siguiente, y él la saludó con una amable sonrisa… exactamente la misma sonrisa que ella recrearía esa noche en su cama, despierta, mientras continuaba con su ingenua fantasía amorosa…

Con la culpa de sentirse tan lujuriosamente involucrada en una relación ficticia, sola fue intentando dejar estas ilusiones nocturnas, y reemplazarlas por situaciones reales, interacciones que la llevaran a la Tierra.

Ahí fue que comenzó a experimentar una sensación misteriosamente resentida, por quienes le ofrecían una noche de placer, y también por quienes no lo hacían. Pero ella no quería eso, tampoco quiso buscarlo… entendía que era la escapatoria a su poderosa imaginación, pero en ningún momento la consideró una solución…

Volvió, entonces, a la calidez que encontraba en sus fantasías… Enamorada de ellas, la calle sólo se veía cada vez más decepcionante y desilusionadamente aburrida.

Fue así que por las noches continuaba con la ilusión donde la había dejado la vez anterior… No había hombre que ella conociera con cierto reservado encanto que no fuera víctima y protagonista de sus utopías nocturnas.

En ocasiones le preguntarían si alguna vez había estado enamorada, a lo que ella respondería, con denotada tristeza, que sí…

Muchos me han preguntado sobre el significado de los distintos títulos de mi blog… A todos respondí que no habían muchas diferencias porque estaban íntimamente relacionados, y que algún día explicaría esa relación. Es un tema que preferí dejar para un momento donde realmente me pueda sentar a escribir. Y ete aquí ese momento.

Aunque la admiración los ponga en común, hay que saber diferenciar las enseñanzas que nos dejan ambas aves, una real, otra mitológica, pero en fin, meritorias.

Sucede que ambas aves enfrentan un proceso de renovación en cierta parte de su vida. Conocemos muy bien el desenlace de la historia del fénix, que corresponde al mismo prinicipio. Su ardor en llamas, con la consecuente resurgida de sus cenizas.

Pero cuál es la del águila? Muy pocos la conocen, y en esta breve introducción a mis por qués, pienso dedicarle su espacio explicativo.

Para esto citare un relato cuya sencillez en la capacidad narrativa conmovió mis habilidades. Hago pública la variación narrativa que me atreví a resolver, por motivos de espacio y lectura.

Ahora bien, el águila puede vivir por 70 años. Pero para llegar a esa edad, a los 40 años deberá tomar una seria y difícil decisión. Para entonces, sus uñas, imprescindibles para su caza, se tornan apretadas y flexibles. Su pico largo y puntiagudo se curva apuntando contra su pecho. Sus alas están envejecidas y pesadas. Volar se le hace ya muy difícil.

Entonces tiene dos alternativas: morir o enfrentar un dolorido proceso de renovación, que dura 5 meses.

Este proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí, en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga la necesidad de volar.

Allí, el águila comienza a golpear su pico contra la pared hasta conseguir arrancarlo. Después de hacerlo, esperará el crecimiento de uno nuevo, con el que desprenderá una a una sus uñas. Cuando éstas comienzan a renacer, comenzará a sacar sus plumas viejas para esperar su consecuente recrecimiento.

Finalmente, saldrá hacia el famoso vuelo de renovación que le dará 30 años más de vida.

En nuestra vida… muchas veces tenemos que resguardarnos por algún tiempo y comenzar un proceso de renovación.

Para continuar un vuelo de victoria, debemos desprendernos de costumbres, tradiciones y recuerdos que nos causaron dolor. También debemos desprendernos de temores por los obstáculos que se pudieran presentar, ya que el universo conspirará para apoyarnos en nuestro propósito.

Y con esto dicho, te doy permiso para leer “Cayendo a Tierra”…

No tengo idea de cómo fue la transición… pero se dio, y estoy dándome cuenta de a poco… Tal vez porque no quería darme cuenta antes, o porque sabía que tenía tiempo hasta estos días para reflexionarlo… Son “estos días” los que llegaron, y me pusieron a pensar… a pensar profundo, sin llamar al subconsciente a hacerlo, él sólo lo envió a mi consciente para analizarlo... y acá estoy, transmitiéndolo de alguna forma.

Y lo primero fueron las preguntas, esas que se responden muy fácilmente, pero que en lo profundo, quien sabe buscar, no encuentra realmente la respuesta…

En qué momento cumplí 20 años? Cuándo fue que entré a la Facultad que no me di cuenta?... Camino por los pasillos y veo a todos tan chicos… y con tantas ambiciones en sus hombros, que me llega a dar miedo…

Todos con una meta en común, algunos con la certeza de alcanzarla, otros un tanto inseguros… Pero en fin, todos ahí, creciendo…

Hay mucha contención, aunque la misma cantidad de competencia, y mezclados con un inquebrantable nivel de exigencia que pone a prueba la voluntad del más humilde…

Tengo miedo de haberme perdido algo… una parte clave para entender en qué momento un chico que hace unos años jugaba a los legos, la playstation, o una nena que cepillaba el pelo de su barbie y anidaba ositos de peluche en sus brazos, de pronto está cargada de pesados libros en una vieja mochila de primaria, con apuntes de materias inentendibles para la mayoría de los chicos de su edad…

Acaso me dormí, y desperté en otra época, otro año…? Fueron las mudanzas, la variada escolaridad, los cambiantes barrios, la gente que me rodeaba…?

Cual fue MI infancia? Hasta cuándo duró? En qué momento la dejé para “crecer”? Nadie me preguntó si lo quería hacer… ni me advirtió de nada, sólo sucedió.

Y cuántas veces escuché: “Qué grande que estás!” – siempre me lo creí, aunque en ningún momento me detuve para volver la mirada atrás, al pasado, a lo que me viene “haciendo”…

Acostumbrada a mirar para adelante, ignorando lo que fue, tal vez por miedo a añorar el pasado, y hacer duelo de la época que sentí resbalarse de mis manos tal un jabón…

El hecho es que nos estamos tirando desde lo más alto, muchos sin tener en claro realmente en cómo aterrizar, sólo nos tiramos… Sabemos que hay algo ahí abajo, y tenemos la certeza de que tiene que ser bueno, favorable, saludable…

Y si no puedo frenar a tiempo? Y si caigo con un duro golpe sobre lo que sea que haya detrás de esa nebulosa? Quién me asegura que el peor de mis golpes no va a ser fatal?...

Supongo que eso representa el otro miedo…

No quiero lastimarme, tampoco descarrilarme… Estamos cayendo para aprender a volar… sin certezas, respuestas ni mucha compañía. Sólo vemos a otros hacer lo mismo…

Tiene que haber algo esperando… Una recompensa latente en un cofre, que sólo el que aprenda a rescatar su caída en un flamante vuelo, conseguirá la llave que abrirá sus respuestas…

La pregunta es, habrá un cofre para cada uno?

No sé, nadie cree saberlo. El tema es creer que su creación se da durante tu vuelo…

Así como el ave fénix sabe que primero debe arder en llamas para luego renacer de sus propias cenizas y seguir viviendo; así como el águila entiende que puede seguir viviendo por más tiempo pasando por un doloroso proceso de renovación; así como ellos, estamos nosotros… La única diferencia es que pasaremos por más de un período renovador, y el fuego muchas veces arderá con mayor o menor intensidad… pero en fin, es lo que nos mantiene vivos. Y siempre hay que buscar la lágrima del fénix, conocida por sus dones curativos. Esa lágrima puede verse representada en una persona, en un pensamiento, y hasta en la búsqueda propia de un cambio…

Hay que saber entender que solamente libres del peso del pasado y del temor por el futuro podremos aprovechar el resultado valioso que una renovación siempre nos trae…

No es fácil, es tarea de todos, pocos se comprometen, y muchos le tienen miedo…

Cierto día viajaba en colectivo por la ciudad, y observaba la gente caminar, los edificios viejos, una plaza con mucha vegetación… y justo en ese momento, la dama sentada frente a mí, se tomó el trabajo de abrir la ventana y enfrentándose al frío viento invernal intentó en vano arrojar un papel que correspondía al caramelo que acababa de llevarse a la boca… Digo en vano porque el viento soplante exterior no dejó que el papelito cayera afuera, si no que causó su inmediato regreso al interior del colectivo, pegándole inofensivamente a la pera de la mujer… Ella, sintiéndose ya observada, emitió una risita nerviosa, seguida de un segundo intento por arrojar ese endemoniado papelito por la ventana... Pero esta vez lo enrolló ágilmente en su puño, y lo tiró a favor del viento. Con el papelito ya arrojado… cerró la ventana.

Me pregunté entonces… ¿será que el universo le quiso decir algo devolviéndole el sucio papelito? La naturaleza habla… sólo hay que saber escucharla. ¿Qué le costaba a esta mujer guardarse reservadamente ese papel en su bolsillo, y vaciarlo dentro del cesto de basura que SIN DUDA tiene en su casa…? ¿Acaso así se comporta una dama?

He visto a un hombre de edad avanzada sonreírme respetuosamente cuando alzaba con una bolsa el excremento de mi mascota… Y me dio gusto, hasta cierto poder diría, el entender que esa sonrisa significaba mucho más que un “gracias”; significó una gratitud que la madre naturaleza quiso expresar, y se valió de esta persona como medio de expresión… Y qué buen medio, pues ese hombre tenía un gran poder de expresión…

Vos mismo vas a agradarte de verte cuidando lo que es tuyo…

Limpiar tampoco mata a nadie… Como dice mi mamá: “La tierra en la tierra es tierra, la tierra en la mesa es mugre…” Sabé diferenciarla.

No confundamos tierra con la Tierra, y aunque llamemos así al planeta que mayoritariamente lo compone el agua, no olvidemos que la tierra misma es la fertilidad de nuestra alimentación básica…

Así que no le devuelvas un gesto de menosprecio…No creas que arrojar un chicle en vía pública te va a hacer quedar como el más cool entre tus amigos; al contrario, el que te observe de seguro lo va a ver mal y recordá que esa expresión es la respuesta de la madre naturaleza por lo que acabas de hacer…

Claro que el universo te da la oportunidad de pedir disculpas, y se traduce en deshacer el error… Hablá el idioma de la naturaleza. Saber comunicarse no sólo en tu idioma hace de alguien un ser respetable, deseado de ser alcanzado por los demás…

No te aproveches de la inocencia del aire… Defendé lo inocente, y mostrá tu disconformidad ante lo que veas culpable…

El miedo es entendible ante lo irremediable, pero no ante lo precavido.

El miedo surgiría si te preguntara ahora, luego de dirigirme a tu conciencia con este texto, ¿qué hacemos con la contaminación de la capa de ozono?... Estaré llegando muy lejos, pero de eso se trata… Si todo empieza arrojando un simple papelito, ¿cómo terminará?...

¿En qué momento el fuego había dejado de calentar…? Algo… alguien, había cambiado la función de la naturaleza… ¿Pero por qué haría algo así?

Ya no recordaba el sabor de una crujiente tostada, tampoco la sábana era tan suave como recordaba…

De hecho, ya no recordaba… ni el sabor del agua, ni la textura de un beso… un beso… ¿pero de quién?

El sol ya no salía en el cálido amanecer… cuya sensación tampoco remembraba…

Una fuerza extraordinaria me estaba quitando la memoria… Había algo… algo en todo esto, que me quitaba los sentidos, y con él se iba la voluntad de respirar…

No podía retener el aire… me costaba inspirar…

Tenía ganas de llorar… si, era eso… ¿Pero cómo hacía? Alguien no me dejaba desahogar y sentía que me estaba muriendo… Necesitaba llorar…y no podía…

Caí de rodillas frente a mi ventana… ¿Dolor? Ojalá lo hubiera podido sentir…

Veía estructuras borrosas, sabía que las teñían colores, pero no sabía cuáles… Quería llorar, sacar algo amargo que me aturdía y no me dejaba respirar…

Agaché mi cabeza, abatida… ¿Fue un milagro? ¿Te llamé? No te recordaba hasta que distinguí tu sombra en la madera… Y diste un paso adentro.

Te arrodillaste frente a mí, y por una lágrima que se había desprendido de mis ojos pude mirarte bien… Éramos vos, yo y el silencio.

Me devolviste una mirada serena, rodeando mi cuello con tus manos.

Quería llorar… Abría mi boca, pero sólo salía un gemido que ni yo era capaz de escuchar…

Y te acercaste más, para rodearme con tus brazos y sumergirme en tu pecho.

Fue entonces cuando sentí cómo el viento entrante había helado mi nariz, mis rodillas comenzaban a reclamar dolor y mi cuerpo respondió a tu abrazo…

Entonces ahí, rompí en llanto… Un llanto silencioso, pero intenso…

Esperaste a que me calmara, sujetándome con la misma fuerza. Pude sentir tu cuerpo, que entibiaba el mío de a poco… Sentí un leve cosquilleo en mis pies y manos, y comprendí que por el frío se habían dormido… Tu calor me devolvía la circulación, los latido, el coraje para seguir respirando…

Cerré mis ojos, y deseé hacer eterno ese momento... Ese intenso momento que, al abrir los ojos, se desvaneció...

Criaturas mitológicas… mágicas, me dan esperanzas, fe en algo abstracto, las ganas de entender lo inexplicable, lo dudoso, lo… ¿irreal? Sí, tal vez…

¿Y a quién le importa si me atraen las cosas fantásticas, extraordinarias y descomunales…?

Hay una expresión en la cultura japonesa que se llama "Wabi Sabi". Más que un decir, es un adjetivo que se le da a la sola visión de un arte imperfecto, incompleto, extraño y a la misma vez, irreal. Esa es la verdadera estética para esta cultura, lo "especial", lo trascendentalmente bello.

Yo veo Wabi Sabi en un unicornio, por ejemplo. Estoy hablando de no temer a creer en lo que los demás consideren un mito, una creencia, algo irreal e irrelevante…

La verdad no la sabe nadie, y esa es la pura verdad…

Entonces, ¿quién te puede decir qué existe o no? Y el que se atreva a hacerlo, es un total ignorante… que no está seguro ni de su propia presencia, y que para sentirse un poco vivo pone en duda la existencia de las demás cosas…

"Entender para creer": y ese es otro punto de vista que incentivo.

Me detengo a pensar en lo que puede ser. “Ser” en términos de existencia…

Cuando pregunto, “¿Quién es?”, la respuesta es muy inconclusa y dudosa… que va más allá de un “Juan” o “¡Tu mamá!” La pregunta tiene una respuesta desconocida, porque todos somos (y extrañamente no dudamos de eso), pero nadie sabe "qué" más puede ser…

Usamos las palabras, o sea las bases de la creación del significado más que abstracto de las cosas y sentimientos, para medianamente comunicarnos…

Volvamos a las criaturas mágicas. Nadie duda de que no existen… pero, ¿por qué? ¿Acaso la imaginación no existe? ¿Acaso el producto de una mente delirante es más delirio?

Si las cosas existen en nuestra imaginación, y nosotros "somos" reales, entonces nuestra imaginación también.

Y es que hay existencias que simplemente no se evidencian fácilmente... (no encontras un ejemplo?... Si no pensaste en ninguno, lo cual es triste, clickeá acá... o acá... Si no, acá)

Muy pocos tienen el coraje de creer en lo que los demás no…

Así que dejémonos de barbaries, y si un niño te dice que vio un unicornio bebiendo agua de una fuente, pues dudá, porque tal vez no haya sido agua…

Después de despertarte con frío… Luego de tomar ese calórico desayuno mirando a la nada, aturdiéndote con el silencio.

Después de cruzar esa calle desierta en la mañana, con ese frío que se cuela en tus huesos y no te deja mover ni pensar. Después de caminar cuadras sin saber cuándo se volvió costumbre hacerlo…

Te está haciendo carcomer la conciencia sin siquiera tener apetito…

Ahí es cuando descubrís… la soledad.

Pero la soledad no es estar solo, si no sentirte solo, aún estando acompañado…

Dedicado a aquellos que, aún rodeado de mil amigos, se sienten…solos.

Entonces, ¿qué hacer?

Aquí unos consejitos graciosos, pero efectivos:

- hablá con vos mismo: es la mejor forma de acompañarte y conocer tus ideas remotas, aunque cuidado con hacerlo en público o muy seguido, no querrás que encima se te alejen…

- buscá esa barrita de chocolate que quedó en la heladera: además de antidepresivo, el chocolate es el mejor amigo del paladar… Y el paladar canaliza el ‘ahora’ y resulta ser TU mejor amigo… Peeeero, abstenete de confiarle muchos secretos al chocolate, después de todo, esas calorías cuentan… aún si nadie te vio consumiéndolas… (NOTA: en verano reemplazar por “helado”, tiene efectos considerablemente parecidos)

- Buscá un buen restaurante/bar: resulta que el mesero/bar-tender tiene estas mismas inquietudes, generalmente… Algo de charla puede comenzar/terminar/seguir tu día de otra forma. Además, recordemos "pancita llena…corazón contento…", “y en las sábanas me sumerjo” diría yo… Un buen banquete tiene que ser seguido de un buen descanso... (remótese al tip siguiente)

- Eso…andá a dormir: tal vez, quizá, posiblemente, a lo mejor… cuando te levantes se te haya pasado el síntoma del solitario, y te encuentres en otros ánimos… (sólo el momento sabrá de qué tipo de ánimos se trata…)

- Respondele ese email a aquel amigo que te escribió hace meses: está comprobado que la acción escribir descarga esa energía que no podes consumir físicamente… así que tal vez unas líneas te hagan sentir un poco mejor, y de paso le respondés a tu amigo…

- Levanta el tubito y discá su número: sea un “él”, una “ella”, tu hermana, hermano, mamá, papá, primo, tía, abuelo…amigo…amiga… Quien sea, te contará algo interesante o totalmente intrascendente… pero en su narración, lograrás sentirte mejor, o al menos, menos solo… (NOTA: el anti-telefonista es preferible que siga la instrucción anterior… pero no debe preocuparse, pues no es síntoma de la soledad)

- ¿Viste esos avisos de “solos y solas”?...